Un día fui a una zapatería a comprarme zapatos nuevos porque los míos estaban muy viejos. Cuando llegué no había nadie, pero toqué un timbre-campanilla que estaba sobre la mesa y me atendió una chica muy simpática.Me probé varios pares de zapatos y ...de repente vi detrás de una puerta una luz muy intensa. Fui a ver qué era y descubrí una especie de habitación mágica donde unos duendecillos fabricaban pares y pares de zapatos. Uno de los duendes vino hacia mí y me preguntó :
- ¿Quiéres un par de zapatos nuevos?
- yo le contesté: -Sí, claro. Aunque estaba un poco confusa.
Me animé y les ayudé a fabricar zapatos, entonces, un duendecillo me dio una caja y me fui a un ricón para abrirla. Me sentía muy nerviosa por saber qué contenía.La abrí y vi unos zapatos muy hermosos. Eran tan bonitos que me dieron ganas de llorar. Me acerqué para darle las gracias pero no encontraba al duendecillo por ninguna parte. Después de buscar durante mucho rato, le encontré y le di las gracias muy emocionada. El me miró y me dijo_ Esto sólo es un sueño, esto sólo es un sueño ...
La voz con que me hablaba me resultó familiar, abrí los ojos y...vi a mi madre pidiéndome que me levantara porque llegaba tarde al colegio. Me desperté de aquel sueño tan profundo y al bajar de la cama pisé algo extraño. Miré al suelo y ...¡descubrí una caja!. Miré en su interior y ¿sabéis lo que encontré? , los zapatos más maravillosos que jamás había visto.
Fui al colegio y enseñe los zapatos a mis compañeros. Causaron gran impresión , pero jamás les conté cual es su procedencia. Será para siempre mi secreto.
ISABEL 5ºA
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